cabecero4

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jueves, 16 de enero de 2014

¿Es la disciplina de voto algo antidemocrático?


Efectivamente, la formulación de la pregunta sugiere que no.

Estos días se habla mucho del tema de la ley del aborto, y de que puede que no supere el debate parlamentario. Podría no superarlo si unos cuantos diputados del PP votaran en contra o se abstuvieran, perdiendo la fuerza de la mayoría absoluta. Hay voces de todas partes pidiendo que haya libertad de voto, para que algún diputado del PP pueda oponerse a la ley.

El debate nos recuerda ahora que en el seno de los partidos existe una disciplina de voto, lo cual significa que los miembros de una fuerza política votan todos lo mismo, en bloque. Si no lo hacen, el partido les multa, les cesa del cargo, o les reeduca de alguna manera. A casi todo el mundo esto le parece dictatorial, antidemocrático, sectario y todas esas cosas demoníacas de los partidos.

Pero se piensa poco en que los diputados no están ahí porque el pueblo los haya elegido, están ahí en representación de su partido. Recordemos que en las elecciones generales se vota al partido, no se vota a ningún individuo. Esto es así, son listas cerradas. Y no he oído a nadie quejarse de ellas que luego sea capaz de decir un solo nombre de algún diputado que vaya por su región.

El ciudadano elige al partido, por tanto es el partido el depositario del poder. O de la soberanía, que suena menos maligno. El diputado le debe obediencia al partido, a su línea política y a su programa electoral. Si decide ser libre, por muy individualista y democrático que parezca, está siendo antidemocrático. Está faltando a las decisiones tomadas en el seno del partido (lo cual es gravemente egoísta si se toman de manera democrática), y está faltando al ciudadano, que lo que ha hecho es delegar su soberanía al partido. Si no es por el partido, el diputado no estaría donde está.

Tenemos cierta pulsión que nos inclina a posicionarnos en aquello que resulte más individualista, sin darnos cuenta del egocentrismo que puede ocultar.

Si con el tema del aborto se suspende la disciplina, seguro que algún diputado la rompe y la ley no es aprobada. Seguro que todo el mundo se pone luego a comentar la valentía heroica de esos disidentes progres del PP, a pesar de que tomarían la decisión por una cuestión de ideología personal, traicionando al voto soberano (digo esto suponiendo que ninguno vaya a hacer un referéndum en el territorio por el que haya salido diputado).

Yo no quisiera que se aprobara esta ley, celebraría que no triunfara, pero hay que ser coherentes. A mí me indignaría muchísimo que un diputado de IU se saltara la línea política que debatimos y definimos colectivamente los militantes. La democracia interna es importantísima y muy satisfactoria, pero es tan estricta que a veces resulta cansina. Sólo faltaría que aun encima un diputado votase en función de dictados de su personalidad superior.

Y aún más, imaginemos que IU tuviera mayoría absoluta y fuese a votar sobre la nacionalización de la banca. Muchos querrían que IU fuese “democrática” y permitiese la libertad de voto. ¿Qué ocurriría? Unos cuantos banqueros harían todo lo posible por dar ingentes cantidades de dinero a unos cuantos diputados, y adiós mayoría absoluta, adiós banca pública, adiós posibilidades de combatir a los poderes económicos.

Y así es como el individualismo a ultranza basado en razonamientos superficiales acaba beneficiando a los grandes dioses que tanto lo pregonan en la televisión: los ricos. Sólo un poder realmente democrático podrá combatirlos.

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