cabecero4

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domingo, 13 de abril de 2014

¿Es la Selva Amazónica el “pulmón del mundo”?





Una de las razones que suelen esgrimirse en defensa de la Selva Amazónica es que, como tiene una gran cantidad de árboles, genera una gran cantidad de oxígeno por fotosíntesis. Como parece ser que los animales de este mundo estamos vivos gracias a ese colosal aporte de oxígeno, a la Selva Amazónica se la denomina “el pulmón del mundo”. Veremos que no es así, lo cual no quita para decir que la protección de la Amazonia es algo fundamental.

Los animales necesitamos respirar, pero no somos los únicos. También los hongos, también muchas bacterias, y también las plantas. Es decir, que las plantas de la selva también respiran. Esto lo dimos en el colegio, y todo el mundo ha oído la leyenda urbana de que si duermes con una planta en una habitación cerrada te puedes morir, ya que de noche las plantas respiran, y te pueden quitar el oxígeno. Es cierto que respiran, pero no te van a matar por la noche, mucha gente duerme con su pareja y sigue viva, y eso que las parejas humanas consumen más oxígeno que las plantas.

Las plantas, si están recibiendo luz, realizan la fotosíntesis, proceso químico por el que la planta incorpora CO2 (dióxido de carbono) de la atmósfera para construir sus biomoléculas (celulosa, clorofila, etc), liberando O2 (oxígeno) a la atmósfera. La planta también respira (de noche y también de día), haciendo el proceso contrario: las biomoléculas se “queman”, proceso en el que se consume oxígeno y se libera dióxido de carbono.

Nuestro caso es sencillo porque sólo respiramos, somos como una chimenea encendida: consumimos mucho oxígeno, expulsamos dióxido de carbono y quemamos combustible, formado por las biomoléculas de la comida que comemos. De hecho, al igual que una chimenea, conseguimos mantenernos calientes.

El caso de las plantas es distinto, porque hacen un proceso y también el contrario. Es decir, queman biomoléculas para obtener energía (respiración) y a la vez utilizan energía de la luz para construir biomoléculas (fotosíntesis). 

Cuando un árbol está creciendo, es obvio que predomina la construcción de biomoléculas sobre la destrucción de las mismas. Pero cuando un árbol se hace viejo y deja de crecer, se produce un equilibrio entre ambos procesos. Construye tantas biomoléculas como construye, y consume tantos gases (CO2  y O2) como los que genera. 

La clave de la cuestión es que la inmensa mayoría de los árboles de la selva amazónica son del segundo tipo. Son árboles viejos, muy viejos. Por lo general no crecen, y si lo hacen es porque alguna otra planta muere. El papel del bosque, por tanto, es pasivo: liberan la misma cantidad de oxígeno que consumen. La Amazonia, por tanto, no oxigena el mundo.

¿Significa eso que no habría problema ninguno en acabar con ella? No, al contrario, es importante mantenerla, por su gran valor en cuanto a la enorme biodiversidad que alberga, y también por algo que no he explicado, y es que la selva funciona como un Almacén de Carbono.

En nuestro planeta, el carbono se encuentra en muchos lugares. Está presente en las rocas carbonatadas (caliza, marga…), en los hidrocarburos, en la atmósfera, en las biomoléculas de los seres vivos…

La inmensa mayoría de carbono que hay en la atmósfera está en forma de CO2. Una manera de hacer que se transporte carbono a la atmósfera es liberando CO2, lo cual se hace respirando, o bien quemando algún combustible (recordemos que la respiración y la combustión vienen a ser lo mismo). Es bien conocido que el gran problema de la quema de combustibles fósiles es que liberan una gran cantidad de CO2 a la atmósfera, lo cual aumenta el Efecto Invernadero y por tanto acelera el Cambio Climático. Al quemar petróleo, se transportan ingentes cantidades de carbono desde el subsuelo hasta la atmósfera, y a una velocidad brutal en comparación con el lento proceso que supone la formación y acumulación de los hidrocarburos (millones de años).

El proceso que puede hacer que el carbono que hay en la atmosfera pase a formar parte de las biomoléculas es la fotosíntesis: las plantas extraen CO2 de la atmósfera y utilizan el carbono para construir biomoléculas, y así poder crecer. Cuando vemos un árbol, estamos viendo todo un proceso fotosintético acumulado. La madera que vemos ha sido construida sacándole carbono a la atmósfera. El árbol lo que ha hecho ha sido almacenar carbono durante décadas. Si lo quemásemos, ese carbono acumulado sería liberado en forma de CO2  en cuestión de minutos.

Aunque el Amazonas no sea un pulmón, es importante protegerlo, porque es un valioso almacén de carbono, y hay que evitar que ese carbono pase a la atmósfera y acreciente el problema del Efecto Invernadero. Por otro lado, la Selva Amazónica contiene una gran variedad de especies de todo tipo, y forma todo un ecosistema que no sólo las beneficia a ellas, sino que es una parte inseparable de un ambiente global que hace posible la vida en este planeta.

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