cabecero4

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jueves, 25 de agosto de 2016

"Big Bang Theory", una serie perjudicial para la ciencia




Esta famosa serie ha supuesto toda una novedad televisiva, al menos en España. Nunca había saltado a la fama una serie de humor al estilo “Friends” en la que los protagonistas fuesen cuatro personajes de lo más exageradamente friki.  Sus protagonistas son los siguientes: Howard, un ingeniero que viste de modo extravagante y que aún vive con su madre; Leonard, un físico bastante pringado en general; Sheldon, un físico que tiene problemas para comunicarse con la gente normal; y Rajesh, otro físico al que le es imposible hablar con mujeres. A todos les une el gusto por los videojuegos, los cómics y la ciencia ficción, así como la ciencia y la tecnología en general. Penny, su vecina, es una chica normal que hace de contrapunto: ellos se ríen de su falta de cultura científica, y ella se extraña de la incapacidad que tienen para entender obviedades, al menos obviedades para quienes llevan una vida más normal.

A pesar del interés que ha despertado, en el fondo la serie no supone ninguna novedad. Pocas cosas hay tan repetidas en la historia del cine como el típico científico loco. Un tipo raro que piensa demasiado y que tiene ideas anormales en su cabeza. Basta ver “El Profesor Chiflado”, “Flubber”, “Regreso al Futuro”… Es lo mismo, pero adaptado al siglo XXI, ¿Quiénes son los “locos y raros” del siglo XXI? Los frikis. ¿Cuál es el formato cinematográfico de moda en este siglo? La serie.

Se sigue transmitiendo la idea de que los científicos son gente excéntrica, que habla de cosas que nadie entiende, ni puede entender. Como si la física tratase de cosas muy enrevesadas que sólo pueden ser comprendidas por mentes extrañas. Se fomenta el tópico de que la gente que se dedica a la ciencia “vive en su mundo” y que eso provoca que dicha gente se aleje del mundo real y tenga una bajísima inteligencia emocional. Dicha falta de habilidades sociales se convierte en objeto de mofa en serie como ésta, en películas como aquellas.

Adjunto un fragmento del libro “La Guerra de Dos Mundos”, de Sergio Palacios, en el que se cita lo que dice el “Profesor Chiflado” en la película homónima:

“Ni en los sueños más fantásticos pensé hallar un compuesto metastable cuya configuración molecular fuera tal que la liberación de pequeñas partículas de energía desencadenara un cambio en su configuración. Este cambio en la configuración libera cantidades enormes de energía, pero ésta actúa solamente en dirección a la fuerza que provoca el cambio molecular. Por esa se llama energía repulsiva. Y por extraño que parezca, el efecto total es transitorio y, al cesar la aplicación de la energía externa, las partículas elementales vuelven al estado de pseudoequilibrio. ¿No es maravilloso?”

Frases como las anteriores, aunque dichas con fines cómicos, han hecho (y siguen haciendo) bastante daño a la ciencia y a los que nos dedicamos profesionalmente a ella. Han transmitido una imagen de materia fuera del alcance de los comunes mortales, exclusiva para genios un poco chalados y absolutamente ajenos a la realidad. Esto provoca miedo a la hora de intentar comprender los fenómenos naturales del mundo que nos rodea y el miedo conduce a la ignorancia. Ni la ciencia es inaccesible ni los científicos son como el profesor Brainard.


El profesor Palacios viene a decir lo que ya he dicho arriba, y en Big Bang Theory aparecen continuamente diálogos incomprensibles como el del Profesor Chiflado, en los que hablan de la teoría de cuerdas, relatividad y otros temas de física que en ningún momento son aclarados.

Sin embargo, sí que hay otras series en las que se fomenta de manera correcta el interés por la ciencia.

Bajo mi punto de vista, una serie que ha beneficiado al mundo de la ciencia es CSI (Crime Scene Investigation). CSI es una serie policíaca en la que criminalistas resuelven crímenes gracias a sus conocimientos científicos. Es como una serie policíaca de las de siempre pero en que la que son científicos, y no detectives, quienes resuelven los crímenes. En la serie se explican principios científicos básicos y otros no tan básicos, y se muestra como éstos principios tienen una aplicación muy loable, que es la de hacer justicia y capturar a los asesinos.

La serie fue un éxito hace ya varios años, y se hicieron series de continuación (Al principio era CSI Las Vegas, luego aparecieron CSI Miami, CSI Nueva York y CSI Cyber). Además, aparecieron enseguida otras series en las que se resolvían crímenes aplicando conocimientos científicos: Sin Rastro, Bones, NCIS, Mentes Criminales… CSI dejó una importante huella dentro del género policíaco.

Con CSI no sólo se aprende ciencia, también se fomenta el interés en ella al no caer en el error de Big Bang Theory de hacer creer que los científicos son “gente rara”. En CSI, los científicos son gente normal con vidas normales. Voy a poner dos ejemplos de personajes de CSI Las Vegas, cuyas imágenes aparecen debajo:

 
Esta es Catherine Willows, una mujer normal y corriente que tiene problemas con su exmarido por la custodia de su hija.

Y este es Greg Sanders, que hace los análisis de ADN y cuyos intereses son las chicas y el surf. ¿Hay algo mejor para la ciencia que hacer ver a los niños y niñas que se puede molar y ser científico a la vez?


He aquí una serie que combate la idea estereotipada de que los científicos son gente extraña y asocial. Fomentar esos estereotipos provoca que la gente no se interese por la ciencia, lo cual obstaculiza el progreso científico.

Adjunto este vídeo que ejemplifica lo que digo, en el que se ve lo que digo de que se habla de temas científicos sin explicar nada, haciendo que todo parezca demasiado complicado: entropía de agujeros negros, gravedad cuántica de bucles, etc.

Sin embargo, queda algo por añadir sobre este vídeo. En sólo 3 minutos se ven un par de comportamientos machistas: Leslie le dice a su novio (Leonard) que no permita que Sheldon le hable así, como si ella no pudiera defenderse sola. Luego se enfada con Leonard porque no comparte su postura, y dice que le preocupa porque para ella es muy importante la educación de sus hijos, y no quiere que compartan la postura de Leonard. Es la mujer la preocupada por los hijos, la que interioriza el papel de criadora de los hijos e hijas.


De todos modos esto es sólo un ejemplo, la serie en su conjunto no deja muy bien posicionadas a las mujeres. Las mujeres que saben de ciencia (como la madre de Leonard o El personaje anterior, Leslie) salen de manera breve en la serie, o son ninguneadas porque su campo de estudio es inferior (Amy Farrah Fowler). En la mayoría de los casos las mujeres son “novias de” que se muestran preocupadas por aspectos emocionales, mientras que el dominio del mundo racional lo tienen los hombres.




domingo, 14 de agosto de 2016

Apuntes sobre el sistema educativo cubano


En este post voy a hablar sobre algunos rasgos llamativos del sistema educativo cubano, basado en la información que recogí durante un viaje a Cuba organizado este año por la Federación de Enseñanza de CCOO, viaje cuyo objeto era que los afiliados/as conociésemos dicho sistema educativo. Durante el viaje visitamos centros de infantil, primaria, secundaria, politécnico (FP) y universidad. Quien organizaba las visitas a los centros era el sindicato cubano SNTECD (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte). Los sindicalistas cubanos nos explicaban cómo funcionaba el sindicato dentro de cada centro educativo y los docentes que nos recibían en cada uno de ellos nos explicaban el funcionamiento de cada etapa.

No hablaré del funcionamiento del sindicato cubano (es semejante al español pero los órganos y cargos difieren básicamente en el nombre), sino que, como he dicho, hablaré del sistema educativo en sí. He de empezar diciendo que hay varias similitudes con el sistema educativo español, que considero innecesario mencionar. Me centraré en las diferencias del sistema cubano con el español. Para acabar esta introducción, añadiré que el texto puede resultar un poco anárquico y fragmentario, pero se debe al hecho de que se basa en anotaciones que hice durante las explicaciones de los docentes cubanos.

Empezaré hablando de los círculos infantiles, que es el nombre que se le da en Cuba a las escuelas infantiles. En ellos se da la etapa pre-escolar, en la que los alumnos permanecen entre los 1-5 años de edad. No es una etapa obligatoria, los padres pueden educar a sus hijos en sus casas, siguiendo el programa “Educa a tu hijo”, supervisado por el Estado.

En esta etapa las aulas son de unos 25 alumnos, y hay 3 ó 4 docentes por aula. Los cubanos dan mucha importancia a la educación infantil, por considerarla una etapa crucial en la educación. De ahí que tengan a tantos docentes por aula.

La enseñanza de la lectoescritura es gradual: en la etapa pre-escolar se enseña a los niños y niñas a reconocer las letras, y ya en la etapa primaria aprender a leer y escribir. Sobre la lectoescritura, cabe destacar que dos años después de la Revolución (1959) ya se había alfabetizado a toda la población del país, gracias al potente programa educativo del gobierno revolucionario, que se aplicó con rapidez. Se construyeron nuevas escuelas e incluso se convirtieron los antiguos cuarteles de la dictadura de Batista en centros educativos.

La etapa primaria comprende 6 grados, de 1º a 6º (desde los 6 hasta los 11 años) y no hay diferencias relevantes respecto al sistema educativo español, se estudian las mismas asignaturas, salvo que a lo que llamamos “lengua” ellos lo llaman “español”.

La etapa secundaria incluye del 7º al 9º grado. Para poder ser docente de secundaria, los estudiantes egresados de la Universidad deben recibir dos años de formación pedagógica (mientras que en España el máster de educación es de un año). Al inicio del curso, los docentes tienen a un profesor/a más experimentado en su aula que supervisa su trabajo para corregir errores y dar consejos. Después el docente ya trabaja solo. Son las llamadas “visitas de ayuda pedagógica”. 

Los docentes reciben aumentos de salario cuando sus alumnos y alumnas sacan buenos resultados. Pero no pueden hacer la trampa de hacer exámenes fáciles para que todo el mundo apruebe, ya que quienes ponen los exámenes son los llamados “jefes de grado”, de los cuales hay uno por curso. Cada uno pone los exámenes de su grado (7º, 8º y 9º).

En secundaria hay exámenes escritos pero también existen exámenes orales, algo poco generalizado en España. También tienen técnicos de laboratorio, que sirven para ayudar a los docentes de ciencias a hacer prácticas de laboratorio.

Después de la secundaria, y para quienes quieran acceder a la Universidad, viene el preuniversitario, que es de tres años. Es el equivalente al bachillerato. En esta etapa se añade el marxismo al currículo, y no existen optativas, tampoco en secundaria. Todo el alumnado da las mismas asignaturas para de ese modo reciba una educación integral, tanto en humanidades como en ciencias.

Su selectividad consta de tres exámenes: español, matemáticas e historia de Cuba. Es la misma para todas las carreras universitarias.

Antes de pasar a hablar de la Universidad, hablaré del politécnico, equivalente a nuestra Formación Profesional. Es de 4 años, lo cual presenta la ventaja de que el alumnado sale con una formación más amplia, apta para más puestos de trabajo.

En cuanto a la Universidad, la duración de las carreras es semejante a la que teníamos en España antes del Plan Bolonia: todas las carreras son de 5 años excepto medicina, que es de 6. Los planes de estudios se deciden a nivel estatal en el Ministerio de Educación Superior, y participan representantes de las universidades. Sucede lo mismo con las líneas de investigación que se siguen (a destacar: nanotecnología, biomateriales, medicina y medio ambiente), se deciden de manera centralizada en el mismo ministerio por encuadrarse en una economía planificada, propia de los países socialistas. Como logro de la Revolución, se ha conseguido pasar de tener 3 universidades en Cuba antes de la misma a tener 67 en la actualidad. Varias de ellas tienen acreditación de excelencia, y una de ellas lanzó la primera vacuna sintética del mundo, contra la bacteria Haemophilus influenzae.

Disponen de un programa semejante al Erasmus, pero se lleva a cabo con otros países de América Latina y también con países de África. Antes de que se derrumbase el campo socialista, también se hacía con otros países socialistas, como la RDA (República Democrática Alemana).

Cabe mencionar la fuerza del movimiento estudiantil cubano. La organización que representa a los estudiantes es la FEU (Federación Estudiantil Universitaria, fundada en 1922), y tiene a representantes suyos en la Asamblea Nacional del Poder Popular. Sobre esta asamblea, es el órgano equivalente a nuestro Congreso de los Diputados, el órgano legislativo por el que tienen que pasar todas las decisiones políticas, y está formado por diputados/as propuestos por el pueblo cubano y votados democráticamente por el mismo. Lo conforman miembros del Partido Comunista de Cuba y también miembros sin partido.

Además, el Secretario General de la FEU está en el Consejo de Estado, lo cual le da más fortaleza aún a la voz de los universitarios/as.

A nivel general, existe un “Plan Estatal de Atención Especializada”, para prevenir y tratar problemas habituales en los docentes, como es la faringitis. La pensión para los jubilados es de un 90% del salario (para todos los trabajadores/as independientemente de su profesión). Los hombres se jubilan a los 65 años y las mujeres a los 60.

Todas las etapas mencionadas, incluidas la infantil y la universitaria, son gratuitas, incluidas las residencias estudiantiles. Sólo en La Habana hay 6 de ellas. Esta gratuidad viene dada por la importancia que le da el gobierno socialista a la educación como derecho fundamental. Y esa importancia viene plasmada en los presupuestos: se gastan un 25% de los mismos sólo en educación. Como dijo una trabajadora de la Universidad de la Habana, “queremos que nuestros ciudadanos tomen posiciones desde el conocimiento”. Un pueblo culto e instruido es un pueblo difícil de engañar.

Como comentario final, en la isla tuve la ocasión de hablar con bastante gente, y tanto los defensores del socialismo como los anticastristas coincidían en que el sistema educativo cubano es de gran calidad (decían lo mismo del sistema sanitario). Agradecen haber podido estudiar gratuitamente y están orgullosos de tener uno de los mejores sistemas educativos del mundo.